La mejor tarta de queso, la que no engorda

¿Qué te parecería tener una receta cheesecake muy baja en calorías y apta para comerla incluso cuando estés a dieta? Si desconfías de que eso sea posible, sigue leyendo y saldrás de dudas.

Ingredientes: Queso en crema 0% grasa, yogourt 0%, gelatina en hojas neutra y gelatina de sabores 0%. Edulcorante. Limón.

Para la base se pueden usar galletas dietéticas, un chorrito de leche. 

Preparación: Se pasan las galletas por una batidora para que queden en migas y se mezclan con un chorrito de leche hasta conseguir una masa más o menos compacta. Se pone en el fondo del molde desmontable que vamos a usar para la tarta y se presiona para que quede lo más compactado posible.

Ponemos a hidratar cinco hojas de gelatina neutra en agua. Mezclamos 600 gramos de queso en crema con la mitad de cantidad de yogur desnatado y añadimos un chorrito de limón. Cuando todo esté bien mezclado añadimos edulcorante al gusto. Escurrimos la gelatina, pero dejando un par de cucharadas de agua y la calentamos un poco para que se derrita. La añadimos al queso y mezclamos. Ponemos la mezcla en el molde alisando bien la parte superior y la dejamos en la nevera al menos un par de horas.

Preparamos la gelatina de sabor (fresa, mora, piña…) tal como indiquen las instrucciones del sobre. Cuando esté lista la vertemos suavemente sobre la tarta, que al estar ya fría estará más firme y no se mezclará con la gelatina. No obstante, es bueno que no caiga el líquido de golpe en una zona. Un truco es verterlo despacio sobre una cuchara dada la vuelta para que caiga repartido por toda la superficie.

Se regresa la tarta a la nevera y se deja durante varias horas, mejor si es de un día para otro. El sabor es delicioso y es un postre perfecto para los días de calor al ser muy fresca. Incluso se puede tunear usando yogures con sabor a frutas para conseguir una tarta de frutas original y diferente. 

Un truco interesante si quieres una tarta de fruta con sabor muy intenso es comprar yogures de ese sabor y dejarlos escurrir en un colador durante varias horas. Perderán el suero y cogerán la consistencia del queso, pudiendo usarlos para sustituir el queso en crema. Hay que calcular que pierden gran parte de su peso, por lo que para conseguir 600 gramos haría falta un kilo de yogur aproximadamente.